Me parece un elemento sólo fortuito, que ha sido creado fuera del orden general. Es decir, alguna significación también tendrá, pero seguramente muy imprecisa, como la de un gusano o una piedra, algo que no sabemos si, al pasar, aplastaremos o no; y esto y la nada son la misma cosa. Porque cuando el alma del mundo quiere que una de sus partes permanezca, se expresa muy claramente. Dice no, crea un obstáculo, nos hace pasar por encima del gusano o da a la piedra una dureza tal que no podamos destruirla sino con la ayuda de alguna herramienta. Y antes de que vayamos a buscar una herramienta, la piedra habrá creado los obstáculos con una serie de pequeñas, tenaces dificultades, de manera que aun cuando las superamos, la cosa ya tendrá de antemano otra significación.
En: Las tribulaciones del estudiante Törless
No hay comentarios:
Publicar un comentario