Lo que no termina somos nosotros y, como dice el poeta argentino Marco Abel Muscolino, -un buen tipo que subió a un metro de Buenos Aires a vender su librito de poemas a dos pesos- "Me busqué y me encontré mil veces, a vos solo una... y estás, y estoy, pero... no estaremos". Lo que no termina somos nosotros porque nos preguntamos para poder seguir preguntándonos más tardecito porque, como dice Gastón Bachelard que dice Renan: "lo que decimos de nosotros mismos siempre es poesía" y Charlot lo dijo de mejor manera con un movimiento de su bombín.
Ambrose Bierce dice que el egoísta es el que no tiene la menor consideración por el egoísmo de otro. Nosotros que andamos conociéndonos a nosotros mismos no podemos detenernos, es fácil conocernos a nosotros mismos, esto mientras sigamos...
Pero el silencio lo sabe todo, y cuando nosotros no tenemos la más mínima idea de lo que estamos diciendo o haciendo o siendo, el silencio sabe que en el atlas de anatomía de Jorge Candiotti Vera (tomo2) de una biblioteca cualquiera, en la página 196 dice que "las contracciones uterinas son involuntarias" y que gracias a Ripley y Saga Falabella podemos atrevernos a ser nosotros mismos y que hay niños tragando petróleo en nuestra selva. El silencio lo sabe todo, quedémonos callados.
