Toda obra que tiene contacto con su realidad es capaz de cambiar con ella. Aún así pasen diez, veinte o más de cien años, si el vínculo partió desde una misma raíz, será casi imposible no darse cuenta de su presencia. Estará allí.
Esta versión animada del Himno es realmente notable. Despierta un cierto sentido de pertenencia que otros discursos, mucho más cargados, ideológica y formalmente hablando, no habían logrado conseguir.
Una esperanza...
... que no vive solo una sola vez al año.
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